miércoles, 28 de diciembre de 2011

jueves, 1 de diciembre de 2011

LAS MANOS, EL DIARIO DE LA VIDA

     Voy a romper de nuevo con la forma habitual de mostrar mis entradas y, por primera vez voy a dejar que sea la imagen la que hable por sí misma, sin hacer yo ninguna reflexión al respecto.




      Bueeeno . . .  A pesar de lo dicho anteriormente, no me resisto a comentar lo expresiva que es la manita de abajo de la personalidad del "bichito" al que pertenece (¿ a que me perdonáis?).

martes, 1 de noviembre de 2011

PASEANDO POR UN PEQUEÑO LUGAR DE ANDALUCÍA

         He de reconocer que me gustan las grandes ciudades y decir esto sé perfectamente que es echarme a un montón de gente encima intentando convencerme de que la vida es mejor cuanto más pequeño sea el lugar donde vivas y más cerca esté de la naturaleza . . .

         No voy a discutir sobre ello. Mis preferencias a la hora de fijar mi residencia son una cosa, y los lugares que elijo para visitar son otra. En este aspecto he de decir que para mí viajar, conocer lugares distintos, otra gente que vive la vida de modo diferente es algo que me fascina.

        Este verano estuve en un pequeño pueblo de Andalucía y, la verdad es que no puedo compartir aquí todo lo que ví. Ni siquiera voy a poner imágenes de los forjados de los balcones o de los muchos detalles que llenan de luz y color sus casas, porque me gusta más centrarme en el modo de vida. Espero que eso no sea decepcionante.



     Durante el viaje intenté aprovechar para dormir mientras escuchaba música. No quería pensar en lo que me iba a encontrar, prefería vivirlo en el momento... Aunque alguna vez que otra he de reconocer que eché un vistazo por la ventanilla.


       El  tren  me llevó a la estación de ferrocarril más antigua de España, aunque dónde está lo dejo para aquél/la a quien le guste indagar sobre cuestiones anecdóticas.



     Me gustaron muchas cosas de ese pueblecito, pero quizás lo que más la sensación de no ser una extraña (de ser una más de aquella tierra), la naturalidad en el hacer y en el decir que tiene la gente y el hecho de que ésta va andando a todos sitios.


     Y no tiene nada que ver con el hecho de que el pueblo sea pequeño, porque en esta tierra nuestra yo he estado en pueblos en los que, para ir a tomar un café en un lugar que está a unos metros de casa, la gente coge el coche y  suma el suyo a los demás que están ya aparcados, atestando la calle y entorpeciendo el tráfico ¿ ?.


     En él los gatos toman el sol tranquilamente.



     Los caballos no son extraños. Siempre es posible ver alguno al que su dueño ha sacado a pasear...



     Los ancianos se reúnen en las plazas a charlar para matar el tiempo.




       Y  tiempo es precisamente lo que yo no tengo. Tengo que alzar el vuelo de ese lugar ya.



     Pero me ha gustado y tal vez, en algún otro momento de mi vida vuelva, igual que vuelven las cigüeñas a hacer sus nidos año tras año cuando llega el buen tiempo.





viernes, 30 de septiembre de 2011

MADRE --------- PORQUE TE TENGO Y NO TE TENGO.

     Por primera vez, voy a hacer una entrada a la inversa de lo que vengo haciendo. Normalmente escribo pensamientos y los ilustro con imágenes. Esta vez he creado imágenes, y a éstas les he puesto palabras, pero no las mías, sino las de una leyenda y las de un poema escrito por Mario Benedetti respectivamente.

MADRE



    
     Cuenta una antigua leyenda que un niño antes de nacer le dijo a Dios:
-Me dicen que me vas a enviar a la tierra, ¿cómo viviré, tan pequeño e indefenso que soy?.

      Dios le dijo: "Entre muchos ángeles, escogí uno para ti que te está esperando. Él te cuidará.
-Pero dime Dios, aquí en el cielo no hago más que cantar y sonreír, eso basta para ser feliz.
-Tu ángel te cantará, te sonreirá todos los días y tú sentirás su amor y serás feliz.
-Y, ¿cómo entender, Dios lo que la gente me hable si no conozco el extraño idioma que hablan los hombres?
      Dios le contestó al niño: "Tu ángel te dirá las palabras más dulces y más tiernas que puedas escuchar y con mucha paciencia y cariño te enseñará a hablar".
-Y, ¿qué haré, Dios cuando quiera hablar contigo?.
-Tu ángel te juntará las manitas y te enseñará a orar.
-He oído que en la tierra hay hombres malos, ¿quién me defenderá?.
-Tu ángel te defenderá, aún a costa de su propia vida.
-Pero estaré siempre triste, porque no te veré más.
-Tu ángel te hablará de mí y te enseñará el camino para que regreses a mi presencia, aunque yo siempre estaré contigo.

      En ese instante una gran paz reinaba en el cielo, ya se oían voces terrestres y el niño presuroso repetía suavemente:
-Dios mio, Dios mío, si me voy dime su nombre, ¿cómo se llama mi ángel?.
      Dios le contestó: "Su nombre no importa, ... Tú le dirás ... Mamá".
La leyenda de un ángel llamado Mamá.

PORQUE TE TENGO Y NO TE TENGO




Porque te tengo y no
porque te pienso
Porque la noche está de ojos abiertos,
porque la noche pasa y digo amor.

Porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes.
Porque eres linda desde el pie hasta el alma.
Porque eres buena desde el alma hasta mí.
Porque te escondes dulce en el orgullo,
pequeña y dulce
corazón coraza.

Porque eres mía, porque no eres mía
porque te miro y me muero
Y peor que muero
si no te miro amor,
si no te miro.
Porque tú siempre existes dondequiera,
pero existes mejor donde te quiero.

Porque tu boca es sangre y tienes frío
tengo que amarte amor,
tengo que amarte.
Aunque esta herida duela como dos,
aunque te busque y no te encuentre.
Y aunque la noche pase y no te tenga,
y no.
Corazón coraza. Mario Benedetti.

NOTA: La entrada publicada el día 27 de septiembre, titulada "IOANA", la he eliminado a petición de la persona que posó para las fotos debido a un desgraciado suceso, acontecido al día siguiente a su publicación.

miércoles, 31 de agosto de 2011

SERENO ANOCHECER.

     Hoy estoy sola y no me siento bien. La tristeza lleva varios días instalada conmigo. . . No sé qué hacer para dejar de sentir esta sensación en el estómago. Nada consigue captar mi atención el tiempo suficiente para que pueda sumergirme en ello y hacer que mi mente se concentre y se olvide de lo demás.

     Así que, cojo las llaves y salgo... Camino sin rumbo, aunque sé dónde acabaré... Siempre acabo en el mismo sitio: en el río. Cuando llego, la luz del día ya se va alejando y el cielo se ha teñido de oro...
   
   

     Me quedo un rato sentada en el primer escalón de una de las escaleras del muro y mientras miro distraída el vaivén del agua,  poco a poco me va invadiendo el silencio y una plácida calma . . . 


     Por fin he conseguido la paz que tanto necesito... así, sólo mirando el anochecer en el río ...
 Pero ya la oscuridad de la noche lo ha invadido todo. Las farolas se han encendido y proyectan sus reflejos en las oscuras aguas, formando en ellas como cascadas de brillantes colores que se dirigen al fondo, a un fondo que no tiene fin . . .

 

     Me levanto lentamente porque no quisiera irme. Quisiera seguir perdiéndome en los bucles plateados o dorados y dormirme así . . . Pero es hora de partir.

jueves, 23 de junio de 2011

DESCUBRIENDO A EVA.

       Acabo de caer. La he mirado y, de repente, he visto a una adolescente. ¿Cómo ha pasado?, ¿cuándo ha pasado?: ¡ si hace nada era una bebé pequeñita que se acomodaba feliz entre mis brazos ! ...

       No quiero que se dé cuenta y se pueda sentir incómoda, pero no puedo evitar observarla.

      Está seria y callada, como ausente... Pero no creo que esté triste. Aún recuerdo cuando yo tenía su edad, así que imagino que estará pensando en sus cosas o simplemente soñando.


     Ahora que me fijo, ha cambiado bastante: es como un gato -apenas se nota que está-, es más responsable, sus sonrisas son menos frecuentes y le preocupan otras cosas.
 









       No sé de qué hablar con ella. Siento que sea lo que sea lo que le diga, le parecerá aburrido o carente de interés.

       Es difícil: no puedo preguntarle por temas personales porque imagino que sentirá que quiero meterme en su vida y no encuentro puntos en común sobre los que podamos intercambiar impresiones de forma natural, hasta que se me ocurre preguntarle por lo que más le gusta desde hace años -la danza-. Empezó siendo una niñita y cada vez le gusta más.




















      Recuerdo que su madre me contó que sus profesores se quejaban de que era muy inteligente y muy trabajadora, pero que no había manera de que participase en clase.
Era por timidez... Sin embargo, cuando llegaba la hora de subirse a un escenario era pura resolución. Y daba el alma delante de un montón de gente.









































      Hace tres años su grupo de danza llegó a la final de los premios "Veo, veo". ¡ Nunca la he visto tan emocionada como cuando me lo contaba !. No podía dejar de moverse y las palabras brotaban alocadas de sus labios. Lo hicieron fenomenal a pesar de los nervios.


















































    Pero no ganaron. Yo no pude estar allí. Así que fue ella misma la que me contó cómo lloraban cuando Teresa Rabal anunció a los ganadores...

      ¡Vaya!. Me he perdido en mis pensamientos de tal forma que no me he dado cuenta de lo que pasaba a mi alrededor.
No está. Me dicen que la busque porque vamos a salir... La encuentro en el patio sentada en el suelo jugueteando con las amapolas y sigo viendo en ella a la niña alegre, espontánea y de risa fácil que siempre ha sido.

       Sin duda conserva esa esencia que siempre la ha definido. Es ella. Es Eva.

viernes, 3 de junio de 2011

LAS TRES EDADES DE LA MUJER. OTRA VISIÓN.

     Probablemente si digo "Gustav Klimt", inmediatamente a todo el mundo se le vaya la mente a su cuadro más famoso: "El beso". Sin embargo yo lo asocio a otro que me gusta mucho más: "Las tres edades de la mujer".


     Partiendo de la idea de Klimt, he meditado     sobre  el tema y , bueno,  mi visíón particular de cómo va cambiando la vida de la mujer en las distintas etapas de la vida ha quedado un poco diferente a la suya -los tiempos cambian, eso es innegable-.
     Por supuesto es una visión sesgada. Aquí intento reflejar a una mujer concreta: una mujer occidental que puede ejercer sus derechos desde que nace... cosa que, evidentemente no ocurre con todas las mujeres occidentales, pero ver cada caso, me supondría hacer miles de composiciones distintas.

    
  

          La verdad es que me enamoré del cuadro que yo creía que era "Las tres edades de la mujer". Esta imagen que se puede ver a la izquierda y que es la que te venden en las tiendas de cuadros si pides una reproducción de esta obra de Klimt; y que en realidad sólo es un fragmento de la misma. Una imagen realmente bonita y sobretodo tierna, que reconozco que tengo sobre mi mesa de trabajo, porque cuando la miro, siempre me hace sentir bien.





     Por ello mi sorpresa fue mayúscula cuando vi la totalidad del cuadro.
Lo que para mí era una de las escenas más dulces que un pintor había plasmado en un lienzo, se transformó en algo que me transmitía gran desasosiego. Proveniente de esa anciana, a la que no se le ve el rostro, posiblemente porque ella misma no se reconoce, y que parece transmitir su desconcierto porque, aunque su mente sigue estando activa, su cuerpo no le acompaña: se ha convertido en algo deforme y débil ...



    
    
     No sé si lo habré conseguido pero he tratado, mediante los gestos y la posición de cada fémina, expresar cómo creo que va evolucionando la vida de una mujer.

  

















     Unos pequeños apuntes para terminar: en el cuadro de Klimt, la niña y la joven adulta aparecen unidas, reflejando el hecho de que la principal misión de la mujer en aquella época era la maternidad y el cuidado de los hijos. Y éstos, y sobre todo las niñas, se formaban su visión del mundo en base a  aquello que sus madres les enseñaban.

     En la actualidad, aunque la figura materna sigue siendo indudablemente muy importante, l@s niñ@s ya no construyen su visión del mundo sólo a través de lo que les transmite la madre (y el padre, claro), sino que, ahora lo hacen a través de muchas influencias externas a ellos: las educadoras de la guardería y sus propios compañeritos, las cuidadoras que los llevan y recogen del cole, los abuelos que normalmente  se prestan a cuidarlos, y ¡cómo no!, la televisión, el cine y los juegos educativos, electrónicos, ...

      Por su parte, la joven adulta, ya no tiene una misión fundamental en la vida, impuesta por la sociedad. Ahora una mujer puede elegir lo que quiere ser y cómo quiere vivir su vida. Y no necesariamente la maternidad tiene por qué formar parte de sus planes. Ahora es una persona con capacidad de decisión y dueña de su futuro.

      Y la anciana, ¡esa sí que es libre para ser ella!, poque se llega a esa etapa de la vida en buen estado físico y mental y con todas las responsabilidades resueltas...

      Yo, a veces, de broma, comento que tengo ganas de que me llegue el momento de la jubilación para poder viajar, que es algo que deseo con toda mi alma y que ahora no puedo hacer; y también para poder pasar tiempo con los amig@s, y hacer todo aquello que me gusta y me llena como persona, porque tendré tiempo, a los niños criados, la hipoteca pagada, ... (¡Vamos!, que de mayor quiero ser del inserso...).

      Bromas aparte, es una ternura la parte del cuadro de Klimt que refleja la relación entre una madre y su niña, pero me alegro de que la vida de la mujer haya llegado al punto en el que está a día de hoy. Un mujer libre y persona ante todo.


jueves, 19 de mayo de 2011

LORCA DESPUÉS DEL TERREMOTO. RESPIRANDO HONDO: MUCHO QUE HACER.

      Lorca nos acogió a mi familia y a mí misma cuando yo era un bebé. Ellos siguen ahí, pero a mí la vida me ha llevado a otros lugares diferentes. Por eso soy yo la que me desplazo, cada cierto tiempo, para estar con ellos.

      La última vez que he estado, ha sido tres días después del terremoto. Así que, las imágenes que aparecen en esta entrada son de ese momento concreto.
                
    Como ya he comentado anteriormente en otra entrada, suelo usar imágenes simbólicas para expresarme.    
      No me gusta la forma en que, a partir de un momento concreto,  los medios de comunicación empezaron a invadir la intimidad de las personas y a imponerles cámaras y micrófonos  en momentos en que se hallaban desgarrados por el dolor.


      En este caso, me parecería una falta de respeto total, el publicar imágenes de estas personas que, sin previo aviso y con una brutalidad pocas veces antes vista, al menos aquí en España, han pasado de una situación de normalidad, a estar abrumados por el pánico, el dolor, la incredulidad  y la impotencia.

      Las fuerzas de la naturaleza son impredecibles y sus efectos pueden ser devastadores, no distinguiendo a la hora de hacerse notar, entre lo viejo y lo nuevo.










    
      Ni tampoco si afectarán a niños, ancianos, jóvenes o adultos.














     
    
      El ser humano no deja de sorprenderme por su capacidad de recuperación incluso ante las situaciones más críticas. Y esto lo pude comprobar, una vez más, este sábado mientras caminaba por Lorca.

      Entiendo que las personas afectadas directamente por lo ocurrido necesitarán de un tiempo para poder reponerse (bastante tiempo, posiblemente).  Pero lo que vi en las calles de la ciudad, fue que los profesionales que se necesitan para restablecer la normalidad y eliminar el caos que aún existe, ya estaban manos a la obra.
Lo cierto es que esto hizo que la gran opresión que sentía en el estómago, se aliviara bastante.

      Estaban los que hacen una valoración del riesgo o no que puede suponer cada edificio dañado, determinando al mismo tiempo, las medidas a tomar en función de ese riesgo.





 
      Desgraciadamente, en algunos casos, por el coste que podría suponer en vidas humanas el no hacerlo, no hay más opción que la demolición, a pesar del valor que tenga el edificio para la gente, sobre todo si es, digamos, patrimonio de todos. 




















      En otros no hay que llegar a ese extremo, bastando con hacer caer aquellas partes que están dañadas pero que aún no han caído.




















    
      
     Cascotes que vistos en el suelo parecen poca cosa, pero que, cayendo desde cierta altura se convierten en algo así como proyectiles capaces que herir e incluso arrebatar vidas humanas.


    
    


     
     
      También era importante apuntalar los edificios que lo necesitasen, que, por lo que yo vi, eran muchos...


 
     

    


       
     
      Y finalmente ir retirando los escombros para ir despejando las calles, consiguiendo así que la ciudad no pareciese tan caótica y facilitando su paso por ella.



     La ciudad había despertado después de la pesadilla y mucha gente ya había empezado a trabajar para que ésta, lo antes posible, quede sólo como un mal recuerdo.
Pero el trabajo no provenía sólo de esta gente,  también estaban organismos como Cruz Roja, Protección Civil, Ejército, Bomberos, ...  y cantidad de voluntarios colaborando en distintas tareas...

     Y algo que me parece muy importante: gente de toda España dando muestras de solidaridad, unas simbólicas, como minutos de silencio por las víctimas, crespones negros, ... y otras de tipo material que, no nos engañemos, también son importantes, porque los daños económicos también han sido elevadísimos.

      Este suceso tan terrible ha dejado patente que, aunque uno se pase la vida luchando por conseguir una cierta estabilidad y comodidad, dentro de sus posibilidades, un revés del destino puede arrebatárselo todo en unos segundos... Pero también, que dentro del corazón de toda persona siempre hay un hueco para aquellos que de verdad lo necesitan.

      Desde aquí mi granito de arena con el deseo de que la recuperación tanto de la gente, como de la ciudad en sí, sea lo antes posible, y pronto l@s lorquin@s vuelvan a pasear por las calles sin miedo, con esperanza y sonriendo porque ven renacer de nuevo a "La ciudad del Sol".


martes, 26 de abril de 2011

MI NOMBRE ES NADIE

     Mi nombre es "nadie".

     Es curiosa la forma en que pasan, a veces, las cosas. En otro momento de mi vida, yo participaba en una asociación cultural, un poco estilo a "El círculo de Bloomsbury" -pero al nivel de una pequeña capital de provincia-. Tres veces por semana solían haber actos de distinto tipo relacionados con lo que esta asociación promovía y mensualmente salía a la luz una revista cultural con publicaciones de socios y colaboradores.

     Una noche recuerdo que estábamos tomando unas copas, mientras hablábamos, cuando llegó un miembro con una cierta categoría -si ésta se mide por el número de publicaciones-. Era el típico que, enseguida centraliza la conversación y acaba contando mil anécdotas sobre sí mismo.   Y ocurrió que, cuando ya llevaba un buen rato hablando, de repente se paró y se dirigió a mí:   "perdona, ... no recuerdo tu nombre".
"Normal"  -dijo el amigo que nos había presentado-  "es que cuando os he presentado sólo he dicho el tuyo, porque eres el importante: tú eres  J. A.,   el poeta. Y ella   no es nadie. Ella es una simple Marisa. ". Al otro le satisfizo esta explicación y continuó con su soliloquio.



      En ese momento, aparte de pensar que el orador era un cretino, de repente, me sentí un poco incómoda y extraña en ese grupo.

     Pero después, pensando en ello, concluí que esa persona que había definido tan bien mi amigo era exactamente yo: yo no era nadie. En ese círculo donde los miembros eran poetas, escritores de prosa, fotógrafos, dibujantes o pintores, yo no era nada de eso, ...


 No hace mucho, en este nuevo mundo de intercomunicaciones y redes sociales,  una persona me intentó convencer de la importancia que tiene el "dejar un legado". Su postura es que si no publicas nada en la red, habrás pasado por este mundo sin dejar huella, mientras que si subes algo: fotos, música, vídeos, escritos, ... tú como persona y tu nombre trascenderán el tiempo y, después de morir, quedará algo de ti siempre ahí, en ese espacio que es de todos y para todos, antes, ahora y después, ...
  
   "Trascender", "dejar un legado", ... ¿todo eso es realmente tan importante?. ¿Es siquiera importante?.

     No sé si hay una postura única o correcta respecto a esto, sólo puedo decir que a mí no me parece necesario "publicar para trascender", la verdad es que lo que pase cuando yo no esté aquí ya no tendrá importancia más que para los que queden, y de esos, sólo me importan los que conozco y quiero, y para esos ya soy importante o no.

     Lo que sí me parece importante es el poder ejercer el derecho a publicar si uno desea hacerlo. Es algo así como que "publicar por publicar", pues como que no, ... pero "publicar porque se desea expresar algo, mostrar algo o cumunicar/se con los demás", eso sí que creo que es algo que, cualquier persona que lo desee, debería poder hacer.

     Así que: , mi nombre es nadie. 


 

jueves, 24 de marzo de 2011

PRISIONEROS DE NUESTROS FANTASMAS.

     La persona que me enseñó mis primeras nociones de fotografía decía que un buen fotógrafo es aquel que es capaz de expresar con una sola imagen todo aquello que quiere decir (si necesita dos imágenes para ello, es que algo está haciendo mal...).

     No sé si ésta es una verdad absoluta en el mundo de la fotografía, o si sólo era su forma de entender la valía de un artista de la cámara. El caso es que yo rara vez me expreso con una sola imagen, aunque quizás también sea porque lo que yo suelo hacer es "contar historias" y para ello necesito varias, ...

     Éstas las he rescatado de un pasado ya lejano y, para mi sorpresa, me he dado cuenta de que aún siguen teniendo vigencia.



                                    

                                        
                                                    
                                                       

     Estas fotos las hice hace más de diez años con una cámara analógica, cargada con un carrete en blanco y negro, que revelé yo misma y posteriormente positivé.

     En aquel momento mi propósito era uno bien claro: quería poner de manifiesto de forma simbólica algo que estaba sucediendo bastante a menudo: mujeres que eran víctimas de maltrato por parte de sus parejas rara vez los denunciaban y, si lo hacían, poco después retiraban la denuncia y regresaban con sus agresores.

     Para mí, que entonces era una cría y bastante idealista, me resultaba claro que las mujeres que se hallaban en estos casos querían salir de ellos (foto 1).
     Pero dado que en ese momento, había una diferencia importante entre hombres y mujeres y unos reducidos derechos de éstas en muchos ámbitos,  unido al hecho de que eran educadas básicamente para desempeñar el papel de sostenedoras de esta institución tan importante como es la familia, ellas aceptaban ese tipo de situaciones(foto 2) .
     Y, acababan sufriendo (fotos 4 y 5), bien una muerte lenta, por vivir una situación que no sólo no las hacía sentir felices, sino que además les hacía daño,  bien una muerte anticipada a manos de su agresor o bien interna porque ése que las hacía sentir tan mal, las dejaba (foto 3) y era como si perdiesen el centro de su universo...

       Lo desconcertante es que hoy en día en que ha cambiado tanto la sociedad, y el rol de la mujer en ésta, sigue persistiendo el problema, ¿por qué?.

         Se me ocurre que, debido a que  las relaciones interpersonales son muy complejas, y que no hay una relación igual a otra,  a veces  esta situación se mantiene por no tomar una decisión a tiempo, y otras porque, aunque sí se haya hecho, después por motivos internos de las personas involucradas, se acaba concediendo una segunda oportunidad: quizás por creer que, a pesar de todo, aún se sigue amando al otro y se tiene la ingenua esperanza de que ese amor será suficiente para conseguir ayudarle a cambiar; o simplemente creer que el otro puede cambiar por sí mismo, o quizás por otros motivos que se consideran lo suficientemente importantes, ...

       Lo más curioso es que esto mismo ocurre con otras muchas cosas y en otros muchos ámbitos (tanto a hombres como a mujeres): las cosas que nos perjudican (tanto a hombres como a mujeres)  intentamos erradicarlas, pero a veces, a pesar de saber que con ello hemos conseguido algo positivo para nosotros mismos, sentimos como un deseo de seguir teniéndolas o de seguir viviéndolas, y además un vacío que es como una pequeña muerte de algo dentro de nosotros, ...

      Bueno, ahí os dejo esa reflexión, ...

      Y, cambiando de tema y volviendo a este trabajo fotográfico como tal, recuerdo que, después de montar las fotos y colocarlas una junto a otra, me di cuenta de que así creaba una historia, pero que, si hubiese decidido poner cada una en un lugar diferente, intercalada con la de otros compañeros de exposición, cada una de ellas hubiese tenido sentido por sí misma (no el mismo que formando parte del conjunto, pero sí habrían podido verse de forma individual, y tener su propia interpretación).                                                 
                                                    
                                        
                                             
                                                           
                                                                                   
                                                                                                                                                                                                     
     
      Y ahora quisiera comentaros algo anecdótico: las fotos que aparecen en esta entrada, formaron parte de una exposición colectiva, y, se esperaba que la que más se comentase  fuese ésta:
                                                                                           
                                                                                                   
                                                                                                                  
     Pero no fue así. Curiosamente, quien fue a ver esa exposición, salía comentando lo mucho que  le había gustado y al tiempo impresionado esta otra:



     En ese momento, yo no lo entendí, pero la vida me ha enseñado, que esa gente tenía razón.