Acabo de caer. La he mirado y, de repente, he visto a una adolescente. ¿Cómo ha pasado?, ¿cuándo ha pasado?: ¡ si hace nada era una bebé pequeñita que se acomodaba feliz entre mis brazos ! ...
No quiero que se dé cuenta y se pueda sentir incómoda, pero no puedo evitar observarla.
Está seria y callada, como ausente... Pero no creo que esté triste. Aún recuerdo cuando yo tenía su edad, así que imagino que estará pensando en sus cosas o simplemente soñando.
Ahora que me fijo, ha cambiado bastante: es como un gato -apenas se nota que está-, es más responsable, sus sonrisas son menos frecuentes y le preocupan otras cosas.
No sé de qué hablar con ella. Siento que sea lo que sea lo que le diga, le parecerá aburrido o carente de interés.
Es difícil: no puedo preguntarle por temas personales porque imagino que sentirá que quiero meterme en su vida y no encuentro puntos en común sobre los que podamos intercambiar impresiones de forma natural, hasta que se me ocurre preguntarle por lo que más le gusta desde hace años -la danza-. Empezó siendo una niñita y cada vez le gusta más.
Recuerdo que su madre me contó que sus profesores se quejaban de que era muy inteligente y muy trabajadora, pero que no había manera de que participase en clase.
Era por timidez... Sin embargo, cuando llegaba la hora de subirse a un escenario era pura resolución. Y daba el alma delante de un montón de gente.
Hace tres años su grupo de danza llegó a la final de los premios "Veo, veo". ¡ Nunca la he visto tan emocionada como cuando me lo contaba !. No podía dejar de moverse y las palabras brotaban alocadas de sus labios. Lo hicieron fenomenal a pesar de los nervios.
Pero no ganaron. Yo no pude estar allí. Así que fue ella misma la que me contó cómo lloraban cuando Teresa Rabal anunció a los ganadores...
¡Vaya!. Me he perdido en mis pensamientos de tal forma que no me he dado cuenta de lo que pasaba a mi alrededor.
No está. Me dicen que la busque porque vamos a salir... La encuentro en el patio sentada en el suelo jugueteando con las amapolas y sigo viendo en ella a la niña alegre, espontánea y de risa fácil que siempre ha sido.