viernes, 3 de junio de 2011

LAS TRES EDADES DE LA MUJER. OTRA VISIÓN.

     Probablemente si digo "Gustav Klimt", inmediatamente a todo el mundo se le vaya la mente a su cuadro más famoso: "El beso". Sin embargo yo lo asocio a otro que me gusta mucho más: "Las tres edades de la mujer".


     Partiendo de la idea de Klimt, he meditado     sobre  el tema y , bueno,  mi visíón particular de cómo va cambiando la vida de la mujer en las distintas etapas de la vida ha quedado un poco diferente a la suya -los tiempos cambian, eso es innegable-.
     Por supuesto es una visión sesgada. Aquí intento reflejar a una mujer concreta: una mujer occidental que puede ejercer sus derechos desde que nace... cosa que, evidentemente no ocurre con todas las mujeres occidentales, pero ver cada caso, me supondría hacer miles de composiciones distintas.

    
  

          La verdad es que me enamoré del cuadro que yo creía que era "Las tres edades de la mujer". Esta imagen que se puede ver a la izquierda y que es la que te venden en las tiendas de cuadros si pides una reproducción de esta obra de Klimt; y que en realidad sólo es un fragmento de la misma. Una imagen realmente bonita y sobretodo tierna, que reconozco que tengo sobre mi mesa de trabajo, porque cuando la miro, siempre me hace sentir bien.





     Por ello mi sorpresa fue mayúscula cuando vi la totalidad del cuadro.
Lo que para mí era una de las escenas más dulces que un pintor había plasmado en un lienzo, se transformó en algo que me transmitía gran desasosiego. Proveniente de esa anciana, a la que no se le ve el rostro, posiblemente porque ella misma no se reconoce, y que parece transmitir su desconcierto porque, aunque su mente sigue estando activa, su cuerpo no le acompaña: se ha convertido en algo deforme y débil ...



    
    
     No sé si lo habré conseguido pero he tratado, mediante los gestos y la posición de cada fémina, expresar cómo creo que va evolucionando la vida de una mujer.

  

















     Unos pequeños apuntes para terminar: en el cuadro de Klimt, la niña y la joven adulta aparecen unidas, reflejando el hecho de que la principal misión de la mujer en aquella época era la maternidad y el cuidado de los hijos. Y éstos, y sobre todo las niñas, se formaban su visión del mundo en base a  aquello que sus madres les enseñaban.

     En la actualidad, aunque la figura materna sigue siendo indudablemente muy importante, l@s niñ@s ya no construyen su visión del mundo sólo a través de lo que les transmite la madre (y el padre, claro), sino que, ahora lo hacen a través de muchas influencias externas a ellos: las educadoras de la guardería y sus propios compañeritos, las cuidadoras que los llevan y recogen del cole, los abuelos que normalmente  se prestan a cuidarlos, y ¡cómo no!, la televisión, el cine y los juegos educativos, electrónicos, ...

      Por su parte, la joven adulta, ya no tiene una misión fundamental en la vida, impuesta por la sociedad. Ahora una mujer puede elegir lo que quiere ser y cómo quiere vivir su vida. Y no necesariamente la maternidad tiene por qué formar parte de sus planes. Ahora es una persona con capacidad de decisión y dueña de su futuro.

      Y la anciana, ¡esa sí que es libre para ser ella!, poque se llega a esa etapa de la vida en buen estado físico y mental y con todas las responsabilidades resueltas...

      Yo, a veces, de broma, comento que tengo ganas de que me llegue el momento de la jubilación para poder viajar, que es algo que deseo con toda mi alma y que ahora no puedo hacer; y también para poder pasar tiempo con los amig@s, y hacer todo aquello que me gusta y me llena como persona, porque tendré tiempo, a los niños criados, la hipoteca pagada, ... (¡Vamos!, que de mayor quiero ser del inserso...).

      Bromas aparte, es una ternura la parte del cuadro de Klimt que refleja la relación entre una madre y su niña, pero me alegro de que la vida de la mujer haya llegado al punto en el que está a día de hoy. Un mujer libre y persona ante todo.


2 comentarios:

  1. Mi interpretación de las fotografías, quizas por simpatía o vivencias, es la de una persona,en este caso la vida de una mujer, que desde su nacimiento hasta su senectud, ha tenido una vida plena, a la cual le ha sacado jugo. Tambien podría interpretarla como una mujer que a los largo de su vida ha completado un ciclo que todos vivimos, pero con la diferencia ya descrita antes. Ha recorrido todos los estadios de la vida, sacandole jugo, sin sobresaltos y siendo ellla misma. Se podría añadir que de alguna manera esa mujer ha sabido ser ella misma durante su vida, ´quizas por el uso de esa inteligencia que pocas personas poseen para comprender y adaptarse a todos los vaivenes que el destino le ha ido deparando.
    En fin un retrato muy cercano a la vida perfecta que tod@s nos gustaría tener, como muy bien ha descrito la autora de la entrada.

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  2. Yo también quiero jubilarme ya!!! Pero con una salud de hierro claro!! Desgraciadamente no es así siempre. Pero no hay que pensar en los peores casos, hay que pensar en trabajar y cotizar todo lo que podamos para pagar la hipoteca, el coche... y tener una buena pensión, en cuidarse y reírnos mucho. Así llegaremos a la vejez en condiciones saludables y descansaremos como la señora de la foto y como mi madre, prejubilada y con una salud de hierro, está "EN LA GLORIA" como ella dice.

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